martes, 2 de enero de 2018

SALUD EN EL NORTE

La mujer de la limpeza del centro de salud nos deja
el corazón reluciente, mientras yo arreglo los desperfectos
del ttrajin  rutinario en los adornos navideños  del local,
me tomo un café y unos churros en el bar Ricks,
como  si estuviera en  Casablanca
Voyage será en el fin de la canal de Hondarribia,
donde los alcatraces, en el cabo de Higuer,
cazan peces lanzandose como stukas a por su pez elegido,
al pez de nuestro corazon, en el agua verde de la vida.
En la soledad tranquila de mis paseos en esa tierra de Asier,
 de princpios y de fines, de pajaros, topos, petirrojos, olenzaros
y basajaunes,
La tierra de las simas de la Guerra, nuestra Guerra incivil,
la resistencia frente al fascismo,
la tierra de las cuevas de la gente de las piedra,
la tierra de los circulos de piedra y los fuertes tomados por
rapaces sin casa en la navidad ciclostilada y robada por
una cuenta corriente poco corriente.
La vida está al final del canal de pichinio canal de los Cisnes
el beso rubio y negro, la toalla amusateguiana,
la arena sin conchas, y el subaru sin dueño.

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