domingo, 17 de junio de 2018

David, el fugitivo

David, el fugitivo

Después de vencer al gigante, David consiguió la confianza de los criados y del pueblo, se ganó la amistad de Jonatán y el amor de Mical quien fue su primera esposa y ambos eran hijos de Saúl. Y, precisamente eso, produjo los celos del rey Saúl, que ordenó capturarle. David tuvo que huir al desierto con un escuadrón de 200 guerreros leales y se convirtió en el paladín de los oprimidos. Allí aceptó la protección del rey filisteo Aquis de Gat, enemigo de Israel, y situó a su familia y los suyos en la ciudad filistea de Siclag. Cuando Aquis se fue a la guerra contra el rey Saúl, David no pudo acompañarle porque los otros nobles no confiaban en él.

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