Los Caín
Un pueblo perdido en mitad de Castilla en las postrimerías
del franquismo. Un joven maestro madrileño falto de experiencia y fuera
de lugar. Una niña ahogada veinte años atrás. El fatal accidente de una
adolescente para la que huir era la única salida. Una extraña epidemia
que acaba con los ciervos del lugar y el silencio, la nieve, la cerraz
ón y los secretos como únicos testigos, mudos e impasibles, del lento
pasar de los días en un lugar olvidado, furibundo en medio de la nada,
ahogado bajo odios enconados y rencores enquistados cuyo motivo nadie
recuerda.
Con prosa medida, afilada, tan dura como las gentes que retrata, Enrique Llamas se revela, con esta novela cuyas raíces se traban en nuestra mejor tradición literaria, como un talento digno de ser tenido en cuenta, un narrador capaz de pergeñar una primera obra que quedará marcada en nuestra memoria por sus certeros personajes, su ambientación magistral y su retrato, hondo y veraz, de un mundo que creíamos haber dejado atrás pero todavía sigue anclado en el corazón de este país.
Notas de prensa
Con prosa medida, afilada, tan dura como las gentes que retrata, Enrique Llamas se revela, con esta novela cuyas raíces se traban en nuestra mejor tradición literaria, como un talento digno de ser tenido en cuenta, un narrador capaz de pergeñar una primera obra que quedará marcada en nuestra memoria por sus certeros personajes, su ambientación magistral y su retrato, hondo y veraz, de un mundo que creíamos haber dejado atrás pero todavía sigue anclado en el corazón de este país.
«Desde las primeras líneas, rápidamente comprendemos que no podremos dejar Los Caín: nos ayuda a contemplar lo que fuimos para entender lo que somos».
Guillermo Altares, El País
«Una escritura que envuelve al lector, un territorio de honestidad y dureza impulsado por unos personajes resueltos entre la ternura y el pedernal».
Antonio Lucas, El Mundo
«Una prosa precisa y vigorosa. Cuando una nueva voz reclama su puesto, es fácil de distinguir».
Ignacio del Valle
«Rural, inquietante, fría… como una pedrada. ¿Por qué como una pedrada? Tendrás que leerla».
Imma Turbau
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